miércoles, 31 de julio de 2013

El pronombre relativo "quien" siempre debe referirse a una persona (antecedente)

Pronombres relativos
Todas las palabras del español pueden expresar algún significado; algunas son más precisas que otras, por lo que la selección es muy importante para comunicar sin dificultades un mensaje determinado. Los pronombres relativos (que, quien, cual, cuyo) "piden prestado" el significado a una palabra que aparece con anterioridad, a la que representan en el discurso.

Veamos un ejemplo: 
  • La Comisión Honoraria analizará el proyecto, para luego informar los resultados al Ministerio de Industria, que los transmitirá al Presidente de la República.
En este caso el pronombre "que" funciona como reiteración de "Ministerio de Industria" y nos permite comunicar una acción protagonizada por integrantes de esa entidad. Como vimos, "que" toma el significado de una expresión anterior. Este recurso es útil, especialmente en la comunicación escrita, para evitar la reiteración de palabras y facilitar la lectura y la comprensión. No obstante los pronombres no tienen significado propio, es importante recordar que aportan determinada información, por lo que no cualquier pronombre puede sustituir a cualquier sustantivo anterior. Así, es correcto el uso de "que" en el ejemplo anterior, sin embargo, es un error realizar construcciones como:
  • *La Comisión Honoraria analizará el proyecto, para luego informar los resultados al Ministerio de Industria, quien los transmitirá al Presidente de la República.
En este caso, el pronombre relativo "quien" personifica a la entidad ministerio en forma innecesaria; está mal empleado, ya que siempre debe sustituir a una persona. En caso de sustituir a un ente inanimado el pronombre indicado es "que".

Vínculos recomendados acerca de anáfora y pronombres:
Explicación del uso de pronombres relativos (Web livingspanish)

Lecturas recomendadas:
Cassany Daniel, La cocina de la escritura. Editorial Anagrama, Barcelona, 1995.
Enríquez, Emilia V. El sistema pronominal español. En Introducción a la lingüística española. Manuel ALVAR (dir.). Ed. Ariel, S.A. Barcelona, 2000.
Mederos Martín, Humberto. Procedimientos de cohesión en el español actual.
Universidad de Santa Cruz de Tenerife, 1988.
M.A.K. Halliday - Ruqaiya Hasan. Cohesión en inglés. Longman, Londres, 1976
                               (Traducción: Profs. C. Acquarone – A. Gil – J.C. Pereira)

viernes, 26 de julio de 2013

¿"Concluir" o "concluir en"?

El verbo “concluir” puede ser empleado para comunicar diferentes ideas. En su uso más frecuente, la Real Academia Española (RAE) designa el significado: “Acabar o finalizar algo”. Por ejemplo:

  • “El juez concluyó el partido”. 
En este caso no se presentan dificultades, sin embargo, es muy extendido el uso de ese verbo en alusión a "inferir, deducir una verdad de otras que se admiten, demuestran o presuponen" o “convencer a alguien con la razón, de modo que no tenga qué responder ni replicar”, por ejemplo:
  • “Juan concluyó en que no tenía oportunidades”.
     Justamente, en estos casos es imprescindible el uso de la preposición “en”.

    No parece tan recomendable la formulación:
  • * “Juan concluyó que no tenía oportunidades”.

    La omisión de la preposición ocasiona consecuencias semánticas, ya que no estamos comunicando la misma idea cuando utilizamos únicamente el verbo que en los casos en que lo acompañamos de la preposición. Así, el significado de “concluir”, “terminar algo”, es diferente a “concluir en que”, “convencer a alguien con la razón".

Observaciones sintácticas

Los ejemplos anteriores nos servirán para apreciar diferencias entre construcciones en que se utilizó únicamente el verbo y formulaciones en las que fue acompañado de una preposición.

El verbo "concluir" según la Real Academia Española es transitivo (+), sin embargo, en ocasionas efectivamente se incluye entre sus adyacentes un objeto directo y en ocasiones no.  En el primer ejemplo el verbo “concluir”, sintácticamente, puede ser acompañado por un objeto directo adyacente, tal como se aprecia en el siguiente análisis:

  • El juez concluyó  el partido.
    sujeto    verbo     objeto directo (puede sustituirse por el pronombre “lo”)
En el segundo ejemplo el verbo no genera una oración transitiva, no acepta objeto directo, sino un adyacente preposicional en este caso encabezado por “en”.
  • Juan      concluyó    en que no tenía oportunidades
      sujeto    verbo       objeto  preposicional
                                 (este sintagma, a su vez se divide en
                                 preposición (en)  y término (no tenía oportunidades).           
En definitiva, los redactores debemos cuidar el correcto empleo de la preposición, a fin de evitar errores similares a los conocidos como “queísmo” o “dequeísmo”. No es lo mismo "concluir" (algo) que "concluir en" (una idea o reflexión).

(+) Agradecemos a Afrocirco por su aporte. En breve se continuará tratando el tema, para lo que se buscará el correspondiente respaldo teórico.

Otros ejemplos de incorrecciones en uso de preposiciones
Diferencia entre "aspirar" y "aspirar a"
El dequeísmo y los errores por tratar de evitarlo
Errores frecuentes con la preposición “a”
Locuciones “junto con” y “junto a” 
"Interpelación a alguien" es diferente a "interpelación de alguien"

miércoles, 17 de julio de 2013

"Arribar", no "arrivar"

Ante la consulta de un estimado colega, que pretendía informar sobre la llegada de autoridades por vía aérea, se presentó la duda de si el término "arribar" era el adecuado para designar el transporte de pasajeros en cualquier medio de locomoción.

La palabra "arribar", según el Diccionario de la Real Academia Española significa "llegar a un puerto" en referencia a una nave. Posteriormente, su significado derivó en "llegar por tierra a cualquier parte". Es frecuente el uso de este verbo en referencia a la llegada de personas en avión, lo que no presenta incorrección.

En cualquier caso se debe escribir con "b", nunca con "v", ya que la palabra "arrivar" no aparece en el diccionario con ninguna acepción.

Material recomendado:
Blog, Castellano Actual (Universidad de Piura)

jueves, 4 de julio de 2013

Uso incorrecto del término "encare"

Es común que en ámbitos informales se utilicen palabras con acepciones diferentes a las conocidas por la mayoría de la comunidad de hablantes. En ocasiones, estos cambios se deben a la pertenencia del emisor a un grupo determinado, ya sea por su edad, los estudios cursados o convenciones adoptadas en el lugar en que se concrete la comunicación. Pese a que la lengua se caracteriza por su dinamismo es necesario que quienes redacten en forma profesional cuiden los usos aprobados académicamente, como forma de demostrar la seriedad del medio para el que trabajan y asegurar el éxito en su misión informativa.

Un ejemplo de uso impropio es el que se efectúa con el término "encare", ya no como subjuntivo del verbo "encarar", sino como sustantivo que funciona en lugar de "abordaje" o "planificación" en un contexto como el presentado en la siguiente oración: "El encare de los cursos pretende facilitar la participación de los alumnos". 

Como se mencionó con anterioridad, no habría dificultades en una circunstancia informal, pero en un texto que requiera responsabilidad y cuidado no sería admisible esa expresión con la referencia que difiere de la convención adoptada por la mayoría de los hablantes y la comunidad académica.

Además, en esta construcción aparece ambigüedad respecto a quién realiza el "encare", ya que deberían ser los estudiantes (en el sentido de enfrentar un problema o un desafío curricular) y no quienes diseñan o planifican los contenidos educativos.

Para agregar argumentos ante este ejemplo puntual, veamos las significaciones de "encarar" reconocida por la Real Academia Española:

1-Poner con diversos fines una cosa, un animal, etc, frente a otro.
2-Apuntar, dirigir un arma hacia un lugar.
3-Hacer frente a un problema, dificultad, etc.
4-Dicho de una persona: Ponerse a cara, enfrente y cerca de otra.
5-Dicho de una persona o de un animal: Colocarse frente a otro en actitud violenta o agresiva.

Al margen de estas definiciones, en crónicas de fútbol se presenta la expresión "encare" en alusión a la capacidad de eludir a un rival con la pelota dominada, seguramente derivada de hacer frente a un problema o dificultad. Este uso no es incorrecto en textos de índole deportiva.

Evidentemente, la acepción informal de la palabra "encare", en contextos como el que vimos en el ejemplo inicial, es inadecuada y demuestra una falta de cuidado que desprestigia a la presentación del trabajo.

Lecturas recomendadas: