martes, 7 de febrero de 2012

Punto y coma: solución para largas enumeraciones


El punto y coma (;) es un signo de uso bastante arbitrario, porque cuando se utiliza se podría optar por otros, como dos puntos, punto y seguido o la coma.

Un uso muy útil de este signo en redacción institucional es el del siguiente ejemplo:

  • "La inauguración fue presenciada por Daniel Olesker, ministro de Desarrollo Social; Ricardo Ehrlich, ministro de Educación y Cultura; Héctor Florit, consejero de Primaria; y Yamandú Ferraz, director del program Yo Sí Puedo".
Según establece la Real Academia Española, cuando el último elemento de la enumeración es precedido por una conjunción, delante de la misma puede ubicarse una coma.

Otro uso del punto y coma es posible cuando tenemos oraciones yuxtapuestas, sintácticamente independientes pero con una información muy relacionada:
  • Dos programas de desarrollo productivo rural recibirán apoyo tras la firma del convenio. Uno pretende favorecer la adaptación al cambio climático y los ingresos de pequeños y medianos productores agropecuarios; el otro tiene la finalidad de potenciar la exportación de servicios de alto valor agregado.
El punto y coma también se puede ubicar entre dos oraciones extensas, enlazadas por un conector adversativo. Por ejemplo: pero, aunque, sin embargo, por tanto, por consiguiente, etc..
  • Cada una de las oficinas de Sanidad Animal por departamento determina un calendario de vacunación que se difunde por distintos medios y posteriormente permite un control directo del procedimiento; sin embargo productor deberá efectuar la vacunación dentro de las fechas estipuladas.
Otro uso recomendable del punto y coma se efectúa cuando tenemos una lista con elementos presentados en diferentes líneas, como veremos en el próximo ejemplo:

La redacción correcta permite:
  • dar una buena imagen de nuestro trabajo;
  • presentar las ideas con precisión;
  • informar de la manera en que realmente lo queremos hacer.
Vínculo recomendado:

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